Los eventos específicos importantes, desde una propuesta de matrimonio al nacimiento de un bebé, protagonizan muchos de nuestros recuerdos más inolvidables. Sin embargo, durante mucho tiempo los científicos han sabido poco acerca de los mecanismos cerebrales que nos permiten recordar tales eventos. Un descubrimiento hecho en la Universidad de California en Irvine, va a cambiar ahora esa situación.
En un estudio con ratas, John Guzowski (profesor de neurobiología y comportamiento) y sus colegas comprobaron que una sola experiencia breve es tan eficaz para activar las neuronas y los genes asociados con la memoria, como lo son las actividades más repetitivas.
Saber cómo el cerebro recuerda los eventos que ocurren una sola vez, puede ayudar a los científicos a diseñar mejores terapias para enfermedades como la de Alzheimer en la cual se daña la capacidad de formar tales recuerdos.
La mayoría de las experiencias en la vida son encuentros definidos por los lugares, las personas, las cosas y el momento. Son específicos y suceden sólo una vez. Este tipo de memoria es decisiva en hacer única a cada persona por su bagaje de experiencias.
Es bien sabido que una estructura cerebral llamada hipocampo resulta crítica para la memoria y el aprendizaje, pero existen muchas preguntas sin responder sobre cómo las experiencias breves e irrepetibles disparan los cambios físicos necesarios para forjar recuerdos de las mismas. En su estudio, Guzowski ha averiguado cómo reaccionan las neuronas del hipocampo a sucesos específicos, sobre todo en la región CA3, la cual es considerada esencial para la memoria de los eventos que ocurren una sola vez.
Aunque las anteriores simulaciones por ordenador predijeron el resultado de que las experiencias repetitivas y las breves vividas una sola vez, activarían ambas de manera similar a las neuronas de la región CA3, éste es el primer estudio que demuestra realmente que ese es el caso.
Aunque las anteriores simulaciones por ordenador predijeron el resultado de que las experiencias repetitivas y las breves vividas una sola vez, activarían ambas de manera similar a las neuronas de la región CA3, éste es el primer estudio que demuestra realmente que ese es el caso.
En los experimentos con ratas, Guzowski y Teiko Miyashita comprobaron que, tanto en las que experimentaban un evento aislado como en las que lo vivían varias veces, se activaban entre un 10 y un 15 por ciento de las neuronas en la región CA3.
Miyashita y Guzowski llegaron a estos porcentajes al examinar la activación de un gen llamado “Arc” dentro de las neuronas del hipocampo. En estudios anteriores, se mostró que la activación del gen Arc es un paso necesario para convertir la experiencia en un recuerdo duradero.Los resultados de este estudio, que se suman a los obtenidos por Guzowski y otros en investigaciones anteriores, aportan nuevos y reveladores datos sobre cómo las experiencias fugaces pueden ser capturadas por el cerebro para formar recuerdos duraderos.
En ratones con retardo mental o la enfermedad de Alzheimer, la activación del gen Arc no se produce como debiera.
Los resultados de este estudio pueden ser útiles en la preparación de nuevas terapias para el mal de Alzheimer y otras enfermedades que afectan a la memoria.
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